Daniel Galera / @Galis84

La denominada Carrera del Sol comenzó un 14 de marzo de 1933. El recorrido contaba con cinco etapas y empezó muy fuerte gracias al esfuerzo de su fundador, Albert Lejeune. El director del periódico Le Petit Nicois consiguió que todas las estrellas del panorama internacional participaran en ella.

A lo largo de los años, la prueba ha pasado por momentos difíciles. En este sentido, el estallido de la Segunda Guerra Mundial obligó a la cancelación de la cita gala tras la edición de 1939 hasta mayo de 1946. Las penurias económicas que azotaron Europa provocaron su desaparición indefinida. 1951 sería el año de su redención, momento en el que se decidió que la carrera comenzara a disputarse la primera quincena de marzo, condición que se ha mantenido de manera ininterrumpida hasta hoy.

FOTO: Sean Kelly celebra una de sus numerosas victorias

En los años 60 y 70, ciclistas como Anquetil, Merckx, Poulidor y Zoetemelk grabarían su nombre en el palmarés de la Carrera del Sol, pero la década de los 80 traería consigo un dominio aplastante. Tras la victoria de su compatriota, Stephen Roche, en 1981 apareció desde su Irlanda natal y por sorpresa para muchos Sean Kelly, que agitaría el ciclismo mundial ochentero. Siete victorias consecutivas en tierras francesas (desde 1982 hasta 1988) y hasta 13 triunfos parciales.

Iba bien contra el crono, era notable esprintando, ascendía adecuadamente y era un experto corriendo con mal tiempo. Atesoró un palmarés envidiable, sumando una Vuelta a España e incluso nueve Monumentos: dos París-Roubaix, tres Giro de Lombardía, dos Lieja-Bastoña-Lieja y dos Milán-San Remo.

El de Carrick-on-Suir también logró mantenerse durante cinco años consecutivos como el número uno del mundo (de 1984 a 1988). Las únicas carreras que realmente se le escaparon fueron el Tour de Flandes, donde fue segundo en tres ocasiones, y el Tour de Francia, en el que no pudo pasar del cuarto puesto (1985).

Se hizo evidente que las montañas más altas del Tour eran el único terreno donde Kelly realmente sufría. La París-Niza, sin embargo, se adaptaba perfectamente a sus condiciones técnicas. Laurent Jalabert logró vencer en tres ediciones consecutivas en la década de los 90. No obstante, a día de hoy, parece difícil que el récord de King Kelly sea superado.