María Gil / @MariiaGI9

A sus 30 años, Anna Sanchís ha anunciado su retirada del ciclismo profesional recién estrenada la maternidad. La valenciana pone fin a un capítulo de más de una década en la que ha conseguido cuatro títulos de Campeona de España Contrarreloj y dos en Ruta. Ha esperado al momento perfecto para tener a su hija, Nadia, quien nació el pasado mes de septiembre. El instinto maternal siempre ha estado presente, “pero no se daban las circunstancias”, asegura tras atender la llamada de El Maillot.

«Estar separada de la niña es lo que me ha llevado a tomar la decisión de retirarme»

Anna Sanchís, ciclista de Wiggle High5

Fue en ese momento cuando decidió dejar a un lado la competición: “Creo que para ser deportista profesional lo primero es el deportista. Su ambiente tiene que girar en torno al deporte, a cuidarse y comer bien. En este sentido, cuando he estado con la niña he visto que no me podía separar y me iba a resultar complicado estar al mismo nivel competitivo”. Aunque la idea de retirarse ya rondó su cabeza un par de años atrás.

Foto: Anna Sanchís, durante su embarazo © Twitter: @annitasanchis.

A principios de 2017, la de Wiggle High5 comunicó al equipo su embarazo y éste decidió respetarla. “De hecho -comenta- sigo formando parte de él hasta el 31 de diciembre”. Un gesto que, según nos cuenta, es de agradecer, pues otras deportistas no tienen la misma suerte. No obstante, su intención es continuar ligada al ciclismo: “Ahora mismo no sé de qué manera, pero quiero estar con las escuelas, con alguna escuadra, organizando carreras… Quiero estar activa”. Por el momento, descarta la idea de regresar a la alta competición.

En ocasiones dice sentirse un poco perdida, “como una persona que está toda la vida trabajando en algo y luego se queda sin trabajo”. Tras 11 años en la élite del ciclismo, el cambio no es fácil. Echa de menos la rutina. Levantarse y entrenar. Pensar en ella y que todos se acoplen a su esquema. La libertad de decidir su día a día. Riéndose, Sanchís subraya que lo que menos extraña son las clásicas de primavera: “Con el frío no me gusta nada entrenar. Siempre le decía al equipo que si en febrero, marzo y abril corría poco, no pasaba nada».

Foto: La valenciana, luciendo los colores del Wiggle High5.

Sus primeros pasos

La ya exciclista profesional inició su andadura en este deporte a los cinco años. Su padre fue profesional y su madre tenía una tienda de bicicletas. Ha ‘pedaleado’ casi desde la cuna. Lo lleva en la sangre. Pero, si le preguntamos cuándo se dio cuenta de que se podría dedicar de manera profesional, responde que no ha habido un momento concreto: “No lo he considerado mi profesión, que realmente lo ha sido y me he implicado como tal, pero no pensaba que fuese mi trabajo. Como me gustaba lo que hacía, no me lo tomaba como un trabajo”.

«Siempre he tenido un plan B: estudiar. Por eso empecé la carrera de Magisterio»

Anna Sanchís, ciclista de Wiggle High5

Siempre ha querido tener un plan B: la Medicina, aunque comenzó estudiando Magisterio. «Compaginar la universidad y la competición ha sido muy duro. Necesitas organización, dedicación y poco descanso. No he tenido vacaciones”, confiesa. Ha sido gracias al apoyo de profesores, familiares y directores que lo ha podido sacar adelante. “Me han cambiado prácticas, fechas de exámenes, me han permitido no ir a algunas carreras para que pudiera estudiar y hacer los exámenes», asegura.

Y, aunque las lesiones jugaron un papel importante en su vida, ha tenido la carrera que ha querido: “Estoy satisfecha y tranquila porque, en todo momento, he hecho lo que he podido. He dado el máximo y, si no he llegado a más, ha sido porque había llegado al límite». ¿Estaríamos hablando de otra carrera completamente distinta si no hubiera sufrido tantos percances? Seguro que sí, pero ha sabido reponerse y, a día de hoy, es un ejemplo para muchas ciclistas.

Foto: Sanchís, luciendo su maillot de campeona de España.

Una trayectoria completa

2008 fue el año en el que la estrella comenzó a brillar. Con tan solo 20 años, la corredora del Genovés finalizó séptima en el Giro de Italia y sacó billete para tomar parte en los Juegos Olímpicos de Pekín. “Realmente llegué al Giro sin saber cómo estaba. Yo no era consciente de que podía llegar a disputar la general. No era más que una niña. Me acuerdo de un día que coronamos un puerto tres y de repente pensé: «¡Uy! Si estas son buenas, ¿qué hago yo aquí? No era consciente de dónde estaba, ni de lo rápido que iba”, rememora.

Un año más tarde, fichó por el equipo italiano Safi-Pasta Zara, por el que estuvo vetada en la ronda italiana a causa de una denuncia por incumplimiento del contrato. Juicio que ganó años más tarde. Ya habían pasado tres o cuatro temporadas, mientras militaba en el Bizkaia-Durango, cuando le llegó la noticia de que no podría acudir a la corsa rosa. “Justo me pillaron en Madrid. Iba a coger el avión al día siguiente para ir a Italia y me llamó el director para decirme que no podría tomar la salida. No daba crédito a lo que estaba ocurriendo”, recuerda.

Foto: Bizkaia-Durango, una etapa inolvidable.

En el conjunto vasco se consagró como ciclista. Estaba muy a gusto allí y cuando tuvo que tomar la decisión de cambiar de aires fue muy duro. Quería probar un equipo más grande y crecer como ciclista. Por eso se decantó por Wiggle High5, donde coincidió con Giorgia Bronzini, Laura Trott, Linda Villumsen, Elisa Longo Borghini, Mara Abott y Emma Johansson, ciclistas de las que afirma haber aprendido mucho: “Me han ayudado a crecer como ciclista».

Sin embargo, recalca que el problema de las féminas fuera de España continúa siendo el mismo que aquí: no hay sueldos mínimos. “Son pocas las ciclistas en todo el mundo que ganan más de 20.000 euros al año, las que realmente podrían mantener una familia, las mileuristas», lamenta. No obstante, afirma que iríamos por el buen camino “si se cambiaran un poquito las normas y se establecieran unos mínimos dignos».

«Hay muy pocas ciclistas en el mundo que vivan de esto. Se necesitan cambios»

Anna Sanchís, ciclista de Wiggle High5

Y, mirando al futuro con voz esperanzadora, subraya que Sheyla Gutiérrez, Ane Santesteban, Alicia González, Lourdes Oyarbide y Sandra Alonso son las próximas corredoras en las que hay que fijar el punto de mira. “Hay calidad, pero a ver si se les apoya suficiente”, concluye.